En este artículo te hablamos del mal aliento y de cómo puedes evitarlo. Si eres una persona que sufre este problema, aquí encontrarás información importante para poder prevenir el mal aliento.
¿Qué es el mal aliento?
El mal aliento también se conoce como halitosis. Este término médico sirve para referirse a un olor desagradable que se encuentra en el aire exhalado por la boca o por la nariz. El mal aliento es un mal bastante habitual, ya que se calcula que un tercio de la población sufre este problema.
Podemos identificar dos tipos de mal aliento diferentes. El primer tipo sería el que se conoce como mal aliento transitorio y se trata de un mal aliento que se produce al despertar debido a la reducción del flujo salival durante el sueño. Este mal aliento transitorio también se puede producir tras la ingesta de unos determinados alimentos para luego desaparecer.
El otro tipo de mal aliento es el que más preocupación causa, ya que es el mal aliento persistente. Este tipo de mal aliento no desaparece con los métodos de higiene habituales y necesita de un tratamiento específico para poder combatirse.
Mientras que el mal aliento transitorio se puede evitar, el mal aliento persistente es bastante más complicado de prevenir.
Causas del mal aliento
Las causas del mal aliento son de lo más diversas. Como hemos visto en el mal aliento transitorio, la causa puede deberse a determinados alimentos como cebolla, ajo o especias. La descomposición de los alimentos en los dientes también puede provocar el mal aliento debido a que aumenta el número de bacterias alrededor de estos.
La mala higiene bucal también es uno de los síntomas más habituales del mal aliento, principalmente por la acumulación de bacterias que se producen. Otros productos, como el tabaco, también provocan mal aliento.
Además de todo esto, el mal aliento también puede ser causado por alguna enfermedad en concreto, una afección en la boca nariz o garganta, así como tomar determinados medicamentos y por tener la boca seca.
Consejos prácticos para prevenir el mal aliento
Prevenir el mal aliento es posible. Lo primero y más importante es cuidar tu higiene bucal. Además de ayudar a fortalecer y cuidar los dientes, estarás combatiendo el mal aliento. A la hora de cuidar la higiene bucal no se te olvide limpiar la lengua. En la lengua se encuentran una gran cantidad de bacterias que pueden ser las causantes del mal aliento.
También te recomendamos que tomes mucha agua, es decir, mantente hidratado y trates de evitar las bebidas alcohólicas en la medida de lo posible. El mal aliento se puede reducir cuando se incentiva la producción de saliva. Trata de respirar por la nariz y no por la boca, además de masticar bien los alimentos o prueba a masticar chicle sin azúcar.
Llevar una dieta sana y equilibrada mejora tu salud y también te ayudará a combatir el mal aliento. Por otro lado, también puedes evitar ciertos alimentos que provocan mal aliento, por ejemplo, el embutido, la carne de ternera o los dulces. Si consumes estos alimentos procura lavarte los dientes a conciencia. No será necesario lavar los dientes más fuerte, pero sí asegurarse de que la técnica es la correcta y de que empleas el tiempo necesario para que estos se encuentren bien limpios.
Finalmente, la mejor forma de prevenir el mal aliento si nada de esto funciona es acudir a tu dentista. Este estudiará las causas de tu mal aliento y te podrá ayudar a encontrar la mejor solución para tu problema.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
Si cuentas con una buena higiene bucal, has realizado cambios en tu estilo de vida y seguido buena parte de los consejos anteriores, pero no consigues mejorar tu mal aliento, es el momento de visitar al dentista.
El dentista puede ser capaz de encontrar una causa más grave que provoque tu mal aliento y, por supuesto, tratar de poner remedio a esta. Es importante tratar de identificar si el mal aliento es temporal o persistente. En el caso de que sea persistente lo más probable es que necesites acudir al dentista para que te pueda ayudar con tu problema.
La importancia de prevenir el mal aliento
La mejor forma de no sufrir mal aliento es tratar de prevenirlo al máximo posible. En muchas ocasiones el mal aliento es fruto de un desencadenante que se podría haber evitado. En cierto modo, contar con una buena higiene bucal nos permitirá evitar en gran medida el mal aliento.
Para acabar con el mal aliento resulta mucho más sencillo tratar de evitarlo que combatirlo. En este sentido es importante tratar de identificar todas aquellas causas que nos pueden provocar este mal aliento y actuar en consecuencia.
