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Cuando llega el momento de hacer la revisión rutinaria de la dentadura, el miedo puede invadirnos y provocar lo que denominamos Odontofobia. Este concepto define el estado por el que muchas personas pasan cuando deben acudir a su dentista, causándoles frustración en su visita.

En este artículo te explicaremos los motivos por los que aparecen estos miedos y cómo poder hacer frente a ellos.  

 

¿Por qué aparece el dolor y miedo al acudir al dentista?

Antes de entrar en profundidad, nos gustaría comentarte que el miedo y el dolor es mucho más común de lo que puedes creer, especialmente cuando se trata de niños, adolescentes…

Hay diferentes estudios sobre este tema. Según el elaborado por el Consejo General de Dentistas de España expone que alrededor del 15% de los españoles sufre odontofobia, especialmente los jóvenes. Además, el estudio recalca que esta fobia va disminuyendo conforme somos más adultos.

 

 

A continuación, exponemos algunos de los motivos por los que pueden surgir el dolor y miedo al dentista.

  1. Utensilios del dentista para el tratamiento. ¿Recuerdas cómo son los instrumentos que usa el doctor cuando se pone manos a la obra? Parece imposible y aterrador que todos ellos puedan utilizarse para manipular la dentadura. Esto va muy relacionado con el miedo que sufren los más pequeños cuando visualizan cada una de ellas. Y no olvidemos el ruido, que también, puede ocasionar un mayor sufrimiento en personas que acuden por primera vez al dentista. 
  2. Sensación de la inyección. Es frecuente que una persona de tu entorno haga mención de ello, expresando con muchísimo detalle en como ha notado el pinchazo y le ha resultado bastante doloroso. Es cierto que la sensibilidad de las encías de cada uno es muy distinta. Somos conscientes que puede resultar molesto unos segundos. Nuestra labor es poder tratar tus dolencias, el malestar y las enfermedades que padezca tu salud bucodental con el menor dolor posible. Tras estos segundos, notarás la sensación de que tu boca está ¡completamente dormida!
  3. Mucho tiempo con la boca abierta. Según el tratamiento que requiera tu dentadura tendrá un tiempo de estimación u otro. Esto puede afectar psicológicamente, encadenando una vez más a la odontofobia.
  4. Falta de acudir al dentista. Esto puede suponer un grave problema no solo porque puedan aparecer los estados de ánimos que hemos ido exponiendo a lo largo del artículo, si no que también es un riesgo para la salud bucodental, especialmente en personas que sufren enfermedades crónicas y que requieran un tratamiento dental rutinario de lo normal.

 

¿Cómo poder hacer frente a ellos?   

El dolor y el miedo se pueden amenizar (e incluso desaparecer) sobre todo si se colabora a la hora de tratar tu dentadura. Desde Clínica Dental Alba te damos una serie de consejos que seguramente podrán ayudar en tus próximas citas con tu dentista: 

 

  • Organiza tu día para la cita. Al poder ser, intenta solicitarla a primera hora. De este modo, evitarás largas esperas que puedan aparecer los estados de ánimo negativos. Si lo crees conveniente, puedes hacer ejercicios de relajación antes de la consulta. 

 

  • Acude a tu clínica de confianza y especializada la cuál te sientas seguro y más cómodo. De este modo, reducirás la ansiedad y el nerviosismo. 

 

  • Pide todas las dudas a los profesionales. No tengas miedo ni vergüenza en preguntar cualquier cosa que te pueda frustrar. Ellos te asesorarán y tratarán de tranquilizarte durante todo el momento. También, sigue las indicaciones que el doctor o doctora dice mientras está tratando tu dentadura. 

 

 

¿Cómo vencer el miedo de los niños al dentista?

En Clínica Dental Alba somos especialistas en lograr que el niño tenga un acercamiento positivo al dentista. Comunicar de manera natural la visita al dentista es una labor muy importante que los padres deben realizar en casa días antes de la visita al dentista, con normalidad y calma.

Es importante no emplear palabras que puedan causarle temor como aguja, inyección, agujerear, pinchar, etc. Siempre es mejor hablar de pequeño cosquilleo, pellizco o agua para dormir el diente.

Es muy recomendable familiarizar al niño con las visitas al dentista con el objetivo de que éste acuda a la clínica para ir conociendo el uso correcto de utensilios de limpieza dental y no esperar a llevar al niño al dentista cuando sufra ya dolor de dientes ya que a nivel psicológico puede ser muy perjudicial.

Siempre recomendamos que no se le dé mucha importancia delante del niño de su primera visita al dentista para no sugestionarlo hacia nada negativo. Frases como “hoy vamos al dentista, pero tranquilo que ya verás que no te hace nada de daño” deberían evitarse, pues él no tenía pensado que le podríamos hacer daño hasta que un adulto se lo ha dicho, pues no ha ido nunca y no sabe qué esperar. En su lugar es mejor decirle por ejemplo “hoy iremos al dentista y luego iremos al supermercado”.

 

Si tienes alguna duda o consulta y quieres que nuestro equipo de profesionales te atienda, no dudes en contactarnos.

Esperamos haberte ayudado, ¡prepárate para vencer el miedo!